La Revista
Un año más para el placer de la lectura, uno de los más geniales –y sensuales- que existen.
Revistas
Por Carmen Dolores Hernández
Leer es un placer genial que puede ser sensual. Vemos lo que no hemos mirado; oímos lo que no hemos escuchado; sentimos lo que no hemos experimentado y a veces también lloramos por lo que no hemos padecido. La lectura de ficción nos sustrae del entorno y nos ofrece alternativas de vida que nos enriquecen. La no ficción suscita epifanías y amplía nuestros conocimientos e información.
Este año ha sido rico en lecturas. Hemos escogido diez libros de ficción y diez de no-ficción que nos han resultado especialmente memorables de entre los reseñados en estas páginas.
FICCIÓN
El panorama de la ficción del pasado año confirma que el relevo se ha consumado; los escritores emergentes han estado mucho más activos que los establecidos. De los diez libros de ficción que escogimos, cinco son los primeros que publican sus autores. Se trata de una escritura refrescante que instala nuevas perspectivas y abarca una pluralidad de temas y modalidades. No son obras contundentes, pero sí prometedoras. No tienen aún volumen, pero tienen inventiva. De los libros seleccionados, seis son colecciones de cuento; tres son novelas y uno reúne dos obras teatrales. El orden seguido es estrictamente alfabético por el apellido del autor.
Esa antigua tristeza, por José Borges (Terranova). Dos hombres que huyen de los designios de una corporación malévola se encuentran en Seattle. El uno se rebela contra su vida rutinaria; el otro lo hace contra su vida excepcional. Un “thriller” de ciencia ficción, esta novela es dinámica y torna plausible lo inusual.
Adiós, Mariana y otras despedidas, por Awilda Cáez (Pasadizo). La capacidad de las mujeres para ilusionarse parece ser igualada sólo por la capacidad de la vida para decepcionarlas en estos cuentos. Se trata de una nueva mirada a la eterna batalla entre los sexos.
Mi hija es García Márquez, por Pablo Juan Canino Salgado (Isla Negra Editores). Con estos cuentos volvemos al Puerto Rico pueblerino de los años 50 y 60 para recuperar una estructura patriarcal que se problematiza de formas inesperadas. Bien escritos y orquestados, estos cuentos pueblerinos adquieren una dimensión universal.
El Velorio no vela, por Antonio Martorell (Ediciones R.I.P.). Una obra icónica de la pintura puertorriqueña, El Velorio, de Francisco Oller, adquiere vida en esta ‘no-vela’ al revelarle al escritor que la escucha (y que es también pintor), sus secretos. Una edición extraordinariamente bella complementa las palabras.
Letramuerto: asesinato en La Tertulia, por Wilfredo Mattos Cintrón (Ediciones La Sierra). La más reciente pesquisa del detective literario Isabelo Andújar es descubrir en esta novela quien asesinó, en el antiguo local de La Tertulia, a un profesor de la UPR. La investigación lo lleva a desentrañar viejos agravios de un pasado estudiantil militante.
Mundo cruel, por Luis Negrón (Editorial La Secta de los Perros). Divertidos y desenfadados, irónicos y paródicos, estos cuentos presentan, con enorme gracia verbal, un mundo gay exuberante y desbordado que puede ser conmovedor cuando, por debajo de las posturas y actitudes asumidas, aflora la verdad de los personajes.
Teatro del compromiso, por José Luis Ramos Escobar (Universidad de Murcia). Una obra histórica –“Los silencios de la historia”, sobre el asesinato de Cánovas del Castillo- y otra de asunto contemporáneo –“Derecho de morir”, sobre la tecnología médica y sus limitaciones- dramatizan viejos y nuevos conflictos.
Secuestros de papel, por Mario Santana (Pasadizo). ¿Son héroes o traidores? No es fácil saberlo: en estos cuentos las perspectivas de la escritura cambian. Una sugestiva ambigüedad rodea a personajes como un periodista puertorriqueño prisionero en Irak, un policía que parece corrupto o un héroe que claudica en el momento de la verdad.
Cuentos de Jurutungo, por José Trías Monge (Editorial de la UPR). A varios años ya de la muerte del ex juez del Tribunal Supremo, hemos descubierto que además de un jurista prominente y de un poeta destacado fue también un excelente cuentista que juega aquí con los tiempos y los espacios e insufla su escritura con humor y vitalidad.
La mujer infinita, por José Ignacio Valenzuela (Suma de Letras). Un guionista escribe sobre la fotógrafa Tina Modotti y se identifica con ella mientras que, a su vez, la actriz que protagoniza la película basada en el guión se obsesiona con el guionista. Vida y arte se entrecruzan, como se entrecruzan las vidas de los tres protagonistas.
NO FICCIÓN
Este renglón siempre ofrece interés. En Puerto Rico se publican muchos libros valiosos de no-ficción y se editan antologías que ofrecen visiones importantes de conjunto sobre la obra de un autor. Los siguientes nos han parecido sobresalientes:
ANTOLOGÍAS
Obra breve. Poemarios 1969-2007, por Hjalmar Flax (Editorial de la UPR). Irónica, conceptual, sintética, lúdica, la poesía de Hjalmar Flax es adictiva. Estas obras completas son un regalo para sus lectores: aquí se encuentran todos los registros de su voz retadora que nos invita a adentrarnos en sus grandes –y pequeños- laberintos.
Fiel Fugada. Antología poética de Luis Palés Matos, ed. por Noel Luna (Editorial de la Universidad de Puerto Rico). Un poeta lee a otro que es maestro del oficio y propone “hipótesis de lectura”: nuevas agrupaciones según afinidades internas descubiertas entre poemas. Un ABC final le da cabida a otras voces, incluyendo la de Palés mismo.
La nave del olvido. Antología personal: Crónicas, por Edgardo Rodríguez Juliá (Beatriz Viterbo). Esta antología empieza con Muñoz Marín y termina con Fidel Castro, líderes que conformaron dos modelos opuestos de sociedades antillanas, fracasados ambos. Nos muestra así lo que fuimos y no quisimos ser; lo que somos y cómo lo somos.
BIOGRAFÍA
¡Juan, Juan, Juan! Crónicas de la televisión en los tiempos de don Tommy, por Beba García (Terranova). Esta es la biografía que se merecía el gran productor y actor de la televisión puertorriqueña que fue Tommy Muñiz. Divertida e ingeniosa, la escritura dinamiza el recuento de su vida y la amplía para incluir la historia de la TV en el país.
DICCIONARIOS
Diccionario de anglicismos actuales, por Amparo Morales (Academia Puertorriqueña de la Lengua Española y Ediciones SM). Los anglicismos forman ya parte de nuestra lengua. Algunos son evidentes (“strawberry”), otros no: “panas” viene de “partners”, por ejemplo. Este diccionario valiosísimo da cuenta de ellos.
ESTUDIOS
Cuerpo y cultura. Las músicas mulatas y la subversión del baile, por Ángel Quintero Rivera (Iberoamericana). Un estudio de la música afroantillana que incorpora el cuerpo –a través del baile- como parte integral de su efecto comunicativo. Aquí se traza la trayectoria de la música popular afroantillana desde la bomba hasta el reguetón.
FOTOGRAFÍA
El Yunque, por Victor Manuel Nieves (Impressive Publications). Un libro de fotografías hermosísimas de nuestro monte y bosque más emblemáticos, aquí se ofrece también información esencial sobre su historia, su flora, su fauna y su valor ecológico además de incluir anécdotas curiosas sobre el lugar.
INVESTIGACIÓN
Oraciones, conjuros y ensalmos en la cultura popular puertorriqueña, por Teodoro Vidal (Ediciones Alba). El tesoro de un folclor oral centrado en lo sagrado y que hoy corre el peligro de olvidarse se preserva en este libro que es la memoria poética de una comunidad. Se trata de un libro hermosísimo, erudito e informativo.
RELIGIÓN
Espíritus Rumberos, por Natalia Bolívar y José L. Díaz de Villegas (Plaza Mayor). A través de los textos de la primera y de los dibujos y acuarelas del segundo conocemos la rica mitología africana que se convirtió, en Cuba, en la religión de la santería, que desplegaba un panteón variado de dioses y una “escritura” que consiste de “patakíes”.
VOLUMEN ESPECIAL
Los americanos (La Torre, núm. especial 53-54), ed. por Edgardo Rodríguez Juliá. La contribución cultural de los americanos durante los más de cien años que llevan en Puerto Rico es innegable. Aquí se reconoce, más allá de la relación colonial, consignando investigaciones valiosas, creaciones y presencias sorpresivas.
cdh@caribe.net
![Bienvenidos](<a href="http://www.new.facebook.com/people/Alexandra_Rodriguez/665651998" title="Perfil de Facebook de Alexandra Rodríguez" target=_TOP><img src="http://badge.facebook.com/badge/665651998.568.1309146532.png" border=0 alt="Perfil de Facebook de Alexandra Rodríguez"></a>){kind=icon}
Nuestro mundo está lleno de escritores y de otros que, sin serlo, pasan como tales. Muchos escritores reconocidos, como Gabriel García Márquez o Magali García Ramis, estudiaron Periodismo; y otros, como Julia de Burgos o Julio Cortázar, estudiaron Pedagogía. Aunque todos ellos estudiaron carreras diversas, la pasión que sintieron por la redacción —por ese medio de expresar sentimientos, ideas e historias— los llevaron a alejarse de sus títulos universitarios. Pero ¿de dónde surge su deseo de escribir? ¿Se nacerá predestinado a este oficio? ¿Será la escritura un don o, acaso, podemos desarrollarla con la formación académica?
