Bienvenidos

domingo, 22 de febrero de 2009

Bienvenido, Matthew

Me atrevo a asegurar que la vida cambia desde el primer momento. Desde que te dicen que dentro de unos meses serás madre. De inmediato, tu cuerpo comienza a dar las primeras señales de que algo está pasando. Comienzan los malestares y empiezas a cambiar tu estado de ánimo. La dieta se echa a un lado. Las personas comienzan a cuidarte más. Alegan que debes trabajar menos y hasta intentan persuadirte para que dejes en pausa ciertos planes. Para alguien acostumbrado a la independencia, la noticia definitivamente comienza a asustar. Te preguntas si esto será siempre así y tal vez te cuestionas si fue la decisión correcta.

Luego, comienzas a visitar al médico y ya por fin le eliges un nombre. Haces planes, te imaginas su rostro y una incomparable sensación de amor comienza a manifestarse. Es increíble cómo sin saber su carácter, su color de pelo o sus manías lo aceptas tal y cómo puede ser. Las relaciones humanas deberían ser igual, tal vez piensas. A veces, juzgamos demasiado a los demás.

Mi amiga Keren se inició en esa etapa y estoy sumamente feliz por ella. Estoy segura de que será una de las mejores madres que conozco. Muchas felicidades, amiga. Adelante y mucho éxito. A Carlos, gracias por quererla tanto.

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