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domingo, 14 de diciembre de 2008

Amigos de temporada

Los que me conocen saben que no soy persona de juntillas. En mi casa nunca nos permitieron mantenerlas. Nunca nos quedábamos en casa de ningún amigo ni los visitábamos con frecuencia. Mis amistades eran casi siempre de la escuela a las que, por ende, dejaba de ver una vez comenzaban las vacaciones. En ese momento, no había reclamos, pues casi todos pensábamos de la misma forma.

Ahora que ha pasado el tiempo, me he dado cuenta de que mi vida se ha dividido en ese recurrente círculo de "amigos de temporada": los que de momento ves todos los días y, luego, ya no tanto. Con el paso del tiempo, ya no es tan fácil justificar las desaparecidas, aunque ahora tus excusas sean más creíbles: el trabajo, la familia, los estudios, el ánimo...

Sea por la razón que sea quiero darles las gracias a mis amigos de temporada por entender mis desaparecidas, por ser amigos siempre y porque podemos estar un buen tiempo sin vernos y no parecerlo.

Esos amigos de temporada siempre serán mis amigos de siempre.